Cabás es el nombre de ese maletín que solían llevar los antiguos «médicos de cabecera» (y que todavía usan, con forma más moderna, los actuales médicos de familia) donde cabía -prácticamente todo lo que se podía necesitar para el ejercicio profesional, aunque parezca increíble. Un ejercicio profesional que, en gran parte, se desarrollaba en el domicilio del enfermo.
Siempre he sentido especial predilección por aquellos maletines de aspecto antiguo, como el que aparece en la imagen de arriba. Mi mujer (entonces, mi novia) me regaló uno parecido nada más acabar la carrera. Era un recio cabás de piel marrón que acompañó mis visitas a domicilio durante muchos años. Me recordaba el que usaba mi viejo médico de cabecera, el que venía a casa cuando estaba enfermo para que empezara a curarme, y que algo tuvo que ver -estoy seguro- con mi temprana vocación. Para quienes, por suerte o por desgracia, ya somos mayores y conocimos a algunos de aquellos médicos, se echa de menos la especial relación que se establecía entre ellos y sus pacientes. Una relación médico-enfermo basada en la confianza mutua, en el respeto y en el conocimiento personal. Difícilmente, en los tiempos que corren se puede dar ese tipo de relación en nuestra medicina socializada y tecnificada, salvo honrosas excepciones. Pero no es cuestión de ponerse nostálgicos, ni reivindicar tiempos pasados. No aquí. ¡Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes!
Pero éste es un cabás diferente. No contiene instrumental ni medicamentos. De nuestro cabás sacaremos imágenes y palabras sobre la Historia y el Arte pero siempre con la Medicina como protagonista.
*Ya había publicado esta entrada cuando, en la inmensidad de Internet, me encuentro con el blog del Equipo CESCA y un artículo con el doctor Juan Gervás, su alma mater y gran figura de la medicina española del último tercio del siglo XX y lo que llevamos del XXI, como primer firmante. Dejo el enlace a continuación:
«El cabás del médico rural. Un estudio empírico»
*Actualizado el 5 de noviembre de 2011.
EL CABÁS DE UN VIEJO MÉDICO 